viernes, 21 de octubre de 2016

EVANGELIZAR EN LA EPJ



EVANGELIZAR EN LA EPJ
Misión: Comprometidos en formar los mejores profesionales y educar en valores cristianos: respeto, solidaridad, responsabilidad y cercanía.
          “Somos una comunidad educativa cristiana comprometida con sus alumnos en el desarrollo de sus capacidades, habilidades y actitudes. Con este fin, colaboramos con nuestros alumnos en su propio desarrollo profesional (competencia y habilidades) y personal (valores y compromiso)”.
          Nuestro Proyecto educativo brota de la experiencia de fe y de la misión educativa que trasmite la Institución Javeriana. En nuestros documentos académicos y en los objetivos fundacionales marcados por   el P. Manuel Marín Triana SJ, aparece siempre la idea fuerza de trasmitir una formación integral para los jóvenes, entendiendo por formación integral la que desarrolla todas las dimensiones de la persona. Desde esa perspectiva contemplamos al alumnado como sujeto que tiene que adquirir contenidosespecíficos de su profesión, dotados de sentido que es construir el mundo que Dios quiere: donde se comparta, donde se busque el bien común, donde se viva la fraternidad sin barreras y con preferencia a los más necesitados. Es dónde situamos el diálogo fe-cultura (PEC)
          La tarea evangelizadora nos lleva a definir de forma armónica nuestras intenciones educativas tal como aparecen definidas en la Misión que es el horizonte de toda la actividad de la EPJ.(Misión, visión y valores. Plan de Pastoral)
 En primer lugar nos fijamos en la calidad y cantidad de las dimensiones que queremos profundizar en nuestra actividad académica La formación técnica se realiza por medio de los currículos de cada módulo  que integra cada ciclo formativo, estos se plasman en procesos didácticos (Programaciones de aula) y la tarea evangelizadora se lleva a cabo aportando sentido a cada uno de los módulos y actividades que se realizan.
Se trata de trasmitir contenidos que no solo los hagan útiles, sino formar personas que puedan trasformar el mundo y para eso es importante dotar de sentido los contenidos: “para qué” “cómo estar al servicio...” “cómo establecer encuentro y diálogo...” “cuál es el planteamiento ético…” “cómo buscar el bien de la persona y de la comunidad…” “cómo respetar la dignidad de las personas..” “como respetar el medioambiente”
Evangelizar para la EPJ en el ámbito académico significa aportar, por medio de los currículos y actividades, el sentido cristiano a las realidades humanas que se enseñan, es decir trasformar la mirada sobre ellas:
·       Trabajar conjuntamente en equipos técnicos
·       Sentido de la solidaridad nacional e internacional
·       Necesidad de lograr mejores condiciones de vida y de trabajo para todos.
·       Preferencia por los que necesitan más apoyo: cultural, económico y humano.
Trasformar  la mirada más hacia el sentido que hacia el contenido, hace  que al tratar del RRI, participación y Mediación nos planteamos que más que establecer normas de convivencia, reparemos en los valores que queremos vivir: respeto, responsabilidad, cercanía… todo desde la base de la dignidad humana, la igualdad entre las personas y el diálogo que propicia el encuentro.
En la participación del alumnado buscamos su decisión e implicación personal, se procura que asuman responsabilidades en su formación, esto se puede ver en la “firma de contratos” que realizan entre ellos al inicio de los trabajos en equipo y también en las rubricas de evaluación de los PBL.
La Mediación es una actividad privilegiada de convivencia y de resolución de conflictos que muestra, de manera experiencial, que es posible vivir juntos siendo diversos. Les ayuda a avanzar en la dimensión ética.
El compromiso social de la EPJ, es inicialmente desde su opción por las personas que presentan carencias: económicas, sociales, culturales, de integración, de motivación, y no se limita a actividades y campañas solidarias, el compromiso lleva también, a la apertura hacia las personas que más apoyo necesitan y por ello incorporamos alumnado, que en muchos casos quedaría excluido por tener alguna discapacidad (Convenios con F. Integralia y F. Síndrome de Down). Esta integración también dota de sentido al resto del alumnado.
Las competencias educativas, que tanto la OCDE como la Unión Europea han establecido como básicas son ocho, pero nosotros optamos, desde la formación integral, por incluir una novena, denominada competencia espiritual y que se refiere a la dimensión profunda de todo ser humano. El informe Delors incide sobre la importancia de trabajar la dimensión espiritual como medio para el crecimiento personal. Dentro de la competencia espiritual podemos ver cuatro planos:
·       Competencia espiritual básica con los procesos: análisis de la historia personal, autoconocimiento, sociabilidad, proyecto personal, dialogo y escucha, asertividad, comunicación, ecologismo, sentido de la vida. (Accion tutorial, en el trabajo diario en aula)
·       Competencia espiritual trascendente con los procesos anteriores más: búsqueda, silencio, apertura a lo diferente, espíritu crítico y constructivo, solidaridad afectiva y efectiva,  referencias basadas en lo Absoluto. (Accion tutorial, Plan de Pastoral)
·       Competencia espiritual religiosa, con los procesos anteriores más: comprender procesos y tradiciones, ámbito de lo sagrado, actitud religiosa, buscar puntos de encuentro entre alumnos de otras religiones, empatizar con cualquier ser humano, amor, justicia, diferenciación entre procesos religiosos y sectarios, encuentro-dialogo.( Actividades interculturales, Plan de Pastoral)
·       Competencia espiritual religiosa cristiana, los procesos anteriores pueden culminar con el descubrimiento y compromiso con el mensaje de Jesús de Nazareth. (Plan de Pastoral)
           En la EPJ nos denominamos profesores que significa ofrecer, proponer, reconocer, en cuanto nuestra enseñanza comunica de manera natural las creencias que acompañan a lo que trasmitimos. Ser profesor, para nosotros implica una forma de trabajar que atraviesa todos los procesos educativos del centro, y la llamamos profesionalidad: calidad de lo que hacemos y el cómo lo hacemos y que tiene las siguientes características:
·       Racionalidad, dando razón de sus actos como manifestación de autoridad y solvencia.
·       Sistematización, las actuaciones responden a procesos definidos y compartidos por el resto.
·       Claridad en los objetivos de su actuación, bien definidos, susceptibles de ser entendidos por todos.
·       Planificación, los objetivos se despliegan como guía de su actuación y que se va adaptando según la evolución de las actuaciones
·       Control y evaluación, dados unos objetivos y una planificación es necesario el control del proceso y la evaluación final que facilite la mejora continua.
·       Formación permanente que permita la actualización de lo que se tenga que trasmitir.
En el episodio de las Bodas de Caná (Jn 2) tomamos unos puntos de referencia para nuestra actividad de profesores-docentes:
·       Un profesor atento a las necesidades del otro
·       Un profesor que confía en las posibilidades del alumno
·       Un profesor que sabe sacar lo mejor del alumno
·       Un profesor cercano al dolor y al sufrimiento (“al pie de la cruz”).
Como se dice en el inicio de este texto, el carisma de la Institución Javeriana es el que alienta y anima toda la acción educativa-formativa de la EPJ. La sostenibilidad de nuestro proyecto existirá si el carisma sigue animando la actividad de la EPJ, para ello es necesario un número de personas que revivan, mantengan y actualicen la experiencia fundante: desde la experiencia en Jesús de Nazaret realizar la actividad docente, trasmitir los valores como utopía, que conjuntamente nos dan nuestro modelo educativo: carisma compartido, misión compartida y visión compartida.
                                                                   Febrero 2016

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